Vitaminas y minerales: la fruta, los crudos y los zumos aportan la energía de los 4 elementos, vitaminas y minerales imprescindibles para la correcta asimilación de los nutrientes y funciones del organismo.
Según el higienismo, la fruta debería tomarse por la mañana, ya que es el momento en el que el cuerpo hace su depuración. Al contener mucha agua, la digestión es fácil. Se alterna fruta dulce o ácida. (00h – 12h)
También preparan el sistema digestivo activando las enzimas que atacará a los alimentos para que puedan ser asimilados favoreciendo la microbiota intestinal.
Carbohidratos: aportan la energía para las células (12h – 18h). Sólo se digieren correctamente en un medio alcalino, comenzando la digestión en la boca al ser mezclados con la saliva.
Proteínas y grasas: aportan la regeneración de las células, recuperación (18h – 00h)
Se descomponen en cadenas de aminoácidos más simples en el estómago al ser atacadas por los jugos digestivos, en un medio ácido para asimilarse en el intestino.
Fermentos: Imprescindibles para alimentar una microbiota sana responsable de asimilar los nutrientes de los alimentos ingeridos, aportando prebióticos y probióticos vivos.