22 Sep Celebración del Equinoccio de Otoño
El 22 de septiembre ha entrado el otoño. Es un momento de equilibrio en la naturaleza.
El equinoccio de otoño es ese punto de equilibrio en el ciclo del año, donde el día y la noche son de la misma duración, la luz y la oscuridad, la vida y la muerte. Es un tiempo de equilibrio en nosotros.
En Casa Cuadrau solemos usar el ejemplo de la respiración: después de una inhalación hay una pequeña pausa. Un vacío. Un espacio que deviene una exhalación. Esa pausa es necesaria para la transformación del movimiento y de la continuidad en el ciclo de la respiración. A veces esa pausa es imperceptible, pero es necesaria. Cuando prestamos atención a ella, se convierte en un pausa que nos vuelve a la calma. Es un descanso dentro del movimiento. Es una invitación a soltar la necesidad de controlar las cosas (y la respiración) y dejar que suceda lo que tenga que suceder, abriéndonos a la experiencia de la vida (o la meditación).
Yoga significa unión o integración. Integración y armonía de nuestro ser, y de todos los sistemas y capas que lo conforman. Pero también es integración con nuestro entorno, con la naturaleza.
Celebración del Equinoccio
Es importante retomar las celebraciones, por sencillas que sean. El equinoccio era una gran celebración para muchas culturas ancestrales. Todos los rituales y celebraciones son una forma de darnos el tiempo para conectar con la naturaleza, sentirla, escuchar lo que sucede dentro y fuera de nosotros. Es una forma de celebrar la vida y sus ciclos.
Te proponemos un sencillo ritual que puedes hacer hoy, el fin de semana o cuando te vaya bien… durante este otoño.
¡Recuperemos el valor de los rituales!
Caminata meditativa
Te invitamos hoy, que es el equinoccio, a tomar un paseo en la naturaleza, o en algún parque cerca de tu casa o trabajo. Ofrécete un tiempo para caminar en silencio. Para volver a habitar tu cuerpo y escucharlo, mientras te abres también a escuchar y sentir profundamente la entrada del otoño.
Después de las primeras lluvias la tierra vuelve a sentirse húmeda, fresca. El olor de tierra mojada, el rocío de las hojas de los árboles y hierbas van refrescando el ambiente. Toma ese rocío entre tus manos, sintiendo el otoño. Siente que va sucediendo también dentro de ti.
Durante tu caminata, recuerda recolectar cosas de la naturaleza que te inspiren. Puede ser una piedra, una rama, unas hojas secas, unos frutos (moras, manzanas, semillas). Luego usarás todo lo que recojas para hacer un pequeño altar a la naturaleza.
Soltando y haciendo espacio
Después de tu caminata, te invitamos a sentarte a meditar y hacer un pequeño ritual para darle la bienvenida al otoño.
En otoño las hojas de los árboles se van tornando rojas y amarillas, que simbolizan una transformación. Se van secando y ya no son necesarias, así que el árbol las deja ir. Esas hojas siguen su ciclo y su propósito: nutrir la tierra, para dar vida a las nuevas semillas.
En casa solemos hacer una limpieza profunda de la casa, de los armarios y de cada rincón. Regalando lo que ya no necesitamos, para poder crear un ambiente de orden y claridad en nuestra casa y nuestro cuerpo/ mente. Así, podemos volver a la calma, a bajar el ritmo y dar bienvenida al descanso que es el invierno. Te invitamos a hacer esta práctica profunda, verás que bien te sientes cuando te has desecho de lo que ya no necesitas.
Altar de Otoño
Es importante tener un altar para nuestra práctica. En el altar podemos poner cosas que nos inspiran y que nos conectan con la naturaleza. Quizá aquellos símbolos que nos traen paz, calma. Para este ritual, puedes hacer un pequeño altar en tu casa, en ese rinconcito donde lo dedicas a meditar o relajarte. Necesitarás las cosas que has recogido durante tu caminata y que te conectan con lo que esta sucediendo en la naturaleza: hojas secas, piñas de los árboles, frutas, ramas, piedras, flores, etc.
En Casa Cuadrau ponemos una tela redonda como base (fotos del altar circular arriba) y luego agregamos a ella los símbolos de los 5 elementos y los 4 rumbos según los toltecas:
- al norte, unas piedras o minerales y ramas, semillas, frutos (tierra),
- al este, una pluma de buitre, incienso, etc. (viento),
- al sur, una botella de cristal con agua y una concha del mar (agua),
- al oeste, una figura del abuelito fuego con una vela (fuego)
- al centro, unas flores silvestres o cualquier cosa que te inspire en este momento (el espacio o éter). El centro representa el aquí y ahora, el equilibrio. Además así también verás que en unas horas o días, esas flores irán muriendo, secándose, y recordándote la impermanencia constante en la vida.
Una vez que lo termines, siéntate en la postura de meditación que mejor te vaya y continua con la meditación guiada de 15 minutos.
Meditación Guiada
Ritual y ejercicio de reflexión
El otoño también es tiempo de recolección. Todos los animales se preparan, recogiendo los frutos de la naturaleza para poder descansar en la oscuridad del invierno. Así, en nosotros, es un momento para darnos cuenta de todo lo que hemos recogido hasta ahora, los frutos de nuestra práctica y las herramientas que tenemos para afrontar nuestras oscuridades.
Con la entrada del otoño vuelve el descanso. Un descanso ideal para escucharte…
Durante la meditación, te preguntamos: ¿Cuáles son tus necesidades verdaderas en esta época del año?
Escríbelas. Toma tu tiempo para pensar en ellas y plasmarlas en papel.
Soltando las creencias limitantes
Ahora te invitamos a hacer una lista de aquellas palabras o situaciones que te han herido y que han creado una limitación en ti. Quizá cuando eras niñ@ o adolescente o incluso más tarde, te lo dijeron y eso ha calado profundo en ti. Has creído esas palabras o juicios y ahora te limitan. Te pesan, te frenan ante la vida.
Con esa lista en la mano y volviendo a conectar con la gratitud en tu corazón, quema esa lista en un lugar seguro, donde el fuego vaya a estar contenido (nosotros usamos una papelera o cubo metálico). Al reconocer esas creencias limitantes y luego quemarlas, has dado luz a esas oscuridades, las has liberado.
Como el equinoccio significa equilibro. Una vez que has quemado esas creencias limitantes. Haz hecho espacio. Qué palabras compasivas puedes ofrecerte para sanar. Qué palabras le dirías a esa(e) pequeña(o) niña(o) que estaba herida(o). Y que intenciones te gustaría sembrar en esa tierra fértil y espaciosa para que con la entrada de la primavera puedan germinar. Sin tener que hacer nada ahora. Simplemente descansar con esa intención.
Para terminar, vuelve a conectar con la gratitud de tu corazón como al final de la meditación y descansa ahí unos minutos antes de continuar tu día. Si quieres, puedes dejar tu altar de otoño por algunos días.